Ya la he visto. Un 10.
Entendedme, realmente el 10 es Casablanca, Liberty Valance y poquito más. Me
refiero a un 10 coloquial vaya, un 10 de barra de bar, de conversación entre
amigos y martinis mezclados pero no agitados, no un 10 cinéfilo.
Hablo de Skyfall. Si creen
que es una nueva ginebra puñetera hagan el favor y salgo rápidamente de aquí,
porque les juro que estoy deseando emplear el rifle, la Walther PPK es de 007 y solo de él. La nueva peli de Bond
vaya. Nunca, desde aquellas decadentes y trasnochadas, misóginas pero fantásticas y entrañables pelis del
viejo Sean Connery de los 60 había tenido esta sensación. Es cierto que hay
pelis de Bond más recientes que son correctas, o incluso bastantes buenas, como
Goldeneye (Tina Turner, vaya clásico) o Casino Royale (su "me pica un poco..." es memorable)… pero Skyfall tiene ese algo que la convertirá en un
clásico. Ese algo no es solo Daniel Craig, para mí un Bond muy Connery. Tiene mucho más.
Empieza la película y después de una de las persecuciones más curradas de los últimos tiempos… Adele.
¿Quién si no? (Escuchad este enlace) Brittish Style. Vozarrón. Rompe y rasga. Tema Bond de principio a fin, con unos
créditos de inicio correctos sin llegar a lo magistral de Goldeneye. Pero Adele es Adele. Ya es mi canción favorita de Bond.
Posteriormente vemos la
debacle del héroe, la pérdida total de ilusión, y de facultades, por un trabajo
“al servicio de su Majestad”. Pero vuelve, 007 siempre vuelve, cuando
Inglaterra le necesita. Falto de entrenamiento, alcoholizado a más no poder,
con menos puntería que una pistola de feria… pero vuelve…”por Inglaterra James”.
Terco como el bulldog de porcelana que tiene M en su escritorio, decidido a
defender a su país a sabiendas que no las tiene todas consigo. Eso son cojones.
Brosnan era elegante pero no tenía huevos. Craig sí. Es el gran favor, por
muchos que otros digan lo contrario, que le ha hecho Jason Bourne a Bond. Le ha
espabilado, le ha quitado el cliché ese de inglés estirado que le dieron Roger Moore y Pierce Brosnan, le ha modernizado. Se ha dejado de relojes Omega con láser a ser
simplemente putos relojes espectaculares. Se ha dejado de mierdas de BMW
teledirigidos y se pasa al Aston Martin DB5 de los 60, con asientos eyectables
por si el copiloto se pone pelmazo, ha olvidado lo petardas que eran las chicas
Bond y las deja casi como figurantes, ya ni personajes secundarios.
Luego está la fotografía.
Joder. Qué fotografía. Hay momentos de la peli en que deja de ser una peli de
Bond y se convierte en arte audiovisual. La escena del rascacielos de Shanghái.
La pelea a contraluz en plano fijo… No words.
Y luego está Bardem, claro.
He de decirlo, lo digo, venga va. Me caen gordos no, lo siguiente, la familia
Bardem y todo lo que les rodea, pero… es un actor con mayúsculas. Sería
infantil y sería un completo capullo si no lo reconociera. Es el mejor villano
en una peli de Bond. Se come la pantalla. La entrada de Bardem en la película
es magistral, retorcida. Hay momentos en que casi se come al propio Bond. Y claro, una peli de Bond tiene todo el recorrido que le permite solo y exclusivamente el malo de turno, y Bardem se entrega al máximo, sacando partido a su particular habilidad para actuar de zumbado... y lo peta, claro. Que por algo tiene un Oscar.
Finalmente Bond, James Bond. Gustará
más o menos. Pero un momento… ¿Gente que lleva calcetín blanco se atreve a
decir que Daniel Craig es bruto y poco elegante? ¿Gente con Vans en los pies lo
repite? ¿Hablan los que no se abrochan los botones de los cuellos de las
camisas con botones? ¿Gente que lleva las corbatas con el nudo del tamaño de un
puño? ¿Gente que usa camisas de manga corta? ¿Gente que no conoce ni por asomo
el significado de la palabra elegancia habla? Callad. Aprended. Y luego,
suponiendo que hayáis aprendido algo, hablad. Dos de sus tres películas son dos
de las mejores pelis de Bond. Superan probablemente a 20 de las 21 restantes. Calza los trajes de Tom Ford como un guante, y en esta película recuerda muchísimo al
viejo Connery. Todo ésto es un hecho. Por algo será. La nostalgia trasnochada de “Oh,
donde se ponga Connery… Oh, donde esté Roger Moore…”. Joder. Que rancio es todo,
¿no? La nostalgia es rancia, más rancia aún que Roger Moore...que ya es decir. Vivimos en el 2012. Daniel Craig es el mejor Bond
que podíamos tener a día de hoy, y no es conformismo por mi parte, para mí está
al nivel de Connery en todo. Salvo porque Connery bebía y fumaba, y a Craig lo puto políticamente correcto no le deja fumar, pero de beber sabe un rato el viejo Daniel.
Pequeños guiños y homenajes a la vieja escuela de Bond... por fin vuelven Q y Miss Moneypenny, ametralladoras en los faros del DB5, un nuevo M masculino (Ralph Fiennes) que me parece un recambio estupendo a la gran Judi Dench, la frase "solo para sus ojos" de Bond, el clásico "007, M le espera" en el despacho de Moneypenny al final de la película...
Un nuevo Bond al estilo del viejo Bond. Un clásico. El cielo plomizo de Inglaterra puede intentar caer, pero no sobre Bond, no mientras que esté él.
Después de todo solo me queda
pensar en la última frase de la película… “007 volverá”. Lo sé. Lo sabemos.
Siempre vuelve. Por suerte.
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