lunes, 29 de octubre de 2012

Actitud, ¿Qué si no?





Vamos a poner un poquito de orden aquí que se me están despendolando y  es hora de recapitular, que me gusta bastante hacer inventario. Este bar es para hombres y mujeres de bien, hasta ahí todo claro. Pero hoy el tema va de normas. Me gustan las normas. Hacen que todo sea más fácil, que todo fluya, si se cumplen, como un reloj suizo de esos que también tanto molan. Dicho sea de paso que, sin ser absurdamente modesto, ésta es mi entrada más útil y con la que mas he disfrutado debido al molamiento que emana. Ea, ahí va  ¿Qué tenemos que hacer para ser un hombre de bien? Esta es la ACTITUD y no otra.


  

-          Sepa decir “Por favor” y “Gracias”. Tener una pistola del calibre 25 también ayuda, pero no somos John Wayne (que para el que se lo crea ya le aviso que no)  ni esto es Tijuana.

-          Trabaje duro. Un hombre de bien no es un hombre hecho a sí mismo ni esas chorradas american dream. Un hombre de bien curra porque el trabajo es un deber, y el hombre de bien acata los deberes.
 
-          Cuide sus maneras. Sin explicaciones. Be gentle.

-          Ofrezca siempre su sitio a una señorita. SIEMPRE. Da igual que tenga el porte de una morsa, como si es Elle MacPherson in person. Superficiales, que sois unos superficiales. ¡Ja!

-          Sepa dar la mano. Terreno delicado. Firme sin destrozar la mano, rotundo, con carácter. Una mano blanda da grima, mucha.

-          Cumpla su palabra. Debes hacer saber que tu palabra vale más que cualquier cosa de esta vida.

-          Respeto. Puede odiar Samsung pero debe respetarles aunque sean de plástico y caucho refundido, una cosa es la ironía y otra es la mala educación.

-          Mire siempre a los ojos. No es bien mirar al suelo. Eche huevos al asunto y mire a la cara, o haga que los demás miren al suelo.

-          Sea un gran anfitrión. Ser anfitrión es algo delicado y a la vez asombroso. Saber hacer sentir a gusto a los demás incluso cuando ni siquiera están en tu propia casa es un arte. Practíquenlo.

-          Camine erguido. Hace años que se extinguió el Homo Sapiens.

-          Cuide su aspecto. No seamos capullos y pensemos que la apariencia no vende. Yo le dejo mi coche antes a Don Draper que a cualquiera de vosotros. Es así.

-          Actúe caballerosamente. Aunque parezca sacado de los caballeros de la mesa cuadrada hay mucho en esta norma.

-          Lean. Leed malditos. O cojo el revolver y les juro que...

-          Tenga un toque de sensibilidad romántica. Suéltenme, no me he vuelto loco, que me suelten he dicho. Nadie le pide que tenga la blandura de Colin Firth ni que tenga que dar ganas continuamente de ser abrazado, pero sea sensible joder, que eso gusta.

-          No se deje llevar por los rumores. No se deje llevar por ellos, apestan. Gossip sucks. Tatúenselo en el cerebro. JAMÁS. 

-          Lleve reloj.Siempre, da igual el modelo, pero llévelo con estilo. Lo que nos lleva a…

-          Sea puntual. O´clock, ok?

-          Disfrute de las pequeñas cosas. Pillar esta idea convierte casi cualquier día en único.

-          Fúmese un puro de todos los problemas exagerados. A ser posible un Cohiba Behike. Disfrútelo a mí salud. Le sentará bien, se lo prometo.

-          Aprenda a querer. Aprenda a amar. 

-          Sea humilde. Sepa lo que no sabe y apréndalo. Es mejor estar callado y parecer tonto que abrir el pico y despejar las dudas de que lo es.

-          Sea elegante. No consiste en ropa cara. La elegancia es saber conservar nuestra dignidad en todo momento mientras que los demás se arrastran. Planifique con sabiduría. Ejecute con fuerza. Resuelva con belleza. Elegancia en estado puro.

-          La última norma es la foto de esta entrada. Si uno quiere algo, aunque sea imposible, hay que intentarlo. Esa debería ser la actitud siempre en esta vida. SIEMPRE.


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