lunes, 18 de junio de 2012

Fauna Urbana


Aviso a navegantes, esta entrada puede escocer, pero ya saben, quien avisa no es traidor. Me ha venido a la cabeza dos dichos de dos amigos míos que si los unes creas un modo de vida más que exquisito. “El verde es para las vacas y correr es de cobardes”. Más claro el agua, ¿no? Alto, alto. Antes de que se me abalancen al cuello matizo como de costumbre. La dieta sana es y será buena. Y hacer ejercicio es de hombre y mujer de bien, por supuesto. Pero como todo en esta vida en su justa medida, y a nosotros, los españoles, se nos da bastante mal el apartado “en su justa medida”. Verán por qué, paso a explicarme. Madrid es lo más parecido a un zoo. Un zoo, sin más, repleto de fauna de lo más variopinta. Esto, en un zoo de verdad está muy bien e incluso resulta divertido ver a las bestias dormir y tal, pero es que la fauna de Madrid y la de la mayoría de las ciudades “cosmopolitas” es terrible, bochornosa. Comienzo por los runners. ¿Oís las risas? Ja. Runners. Tiene gracia su nombre. Corren. Ya está. Ese es su modo de vida. Y si no corren les da algo. Les ves, a ellos y ellas, en el escalón superior al adjetivo motivado (léase “flipado”) con esas fundas para iPhone que nadie compra, las del brazalete en el brazo, con esos auriculares que nadie compra que se parecen a una nave de Star Trek, con esas pintas de Usain Bolt cutre. Absolutamente obsesionados con los kilómetros recorridos, calorías consumidas y tiempo empleado en tal hazaña. Luego están los aficionados al fitness. Casi peores que los anteriores. Motivación máxima para su work out en el gym. Estamos locos. Preocupación máxima por los alimentos ingeridos. A ver gente, que es bueno hacer músculo, es bueno hacer deporte (depende cuál pero este no es momento), es bueno comer sano… pero no tanto.
Otra especie ahora. Los del sushi. Esos locos aficionados por el pescado crudo en dosis para astronautas. Microscópicas. Con palillos incluidos. Makis de tal cosa, sushi de colores, mariconadas varias. ¿Dónde está el cuchillo para trinchar carne y nuestro tenedor de toda la vida? El sushi creo que debería ser como La Meca para los musulmanes, una vez en la vida y no más.
Otra especie. Los que se creen nutricionistas. Esos que se saben de pé a pa la dieta de moda, lo que puedes y lo que no puedes, lo que sí y lo que no. Y es que éstos últimos, no contentos con imponerse a sí mismos dietas absurdas las imponen a los demás y se creen un escalón por encima ya que comen los hidratos de carbono cuando deben, no como tú. Gran cagada, lo siento. Sin meternos en problemas de salud y demás, que es más que razonable cuidar ciertos temas como alimentación y ejercicio, la gran mayoría de personas sobrevive de una manera más que decente, luce un tipo bastante razonable… sin tener que hacerse 10 km al día y sin despertarse obsesionado con el gimnasio. Y lo mejor de todo, comen y beben de todo como está mandado. Lo dije en el primer post, aquí no mola “el muere joven y deja un cadáver bonito”. Aquí lo peta el “muere (lo más tarde posible claro) gordo y con un hígado hecho trizas”. Interpretadlo como fina ironía, el hígado hay que cuidarlo medianamente, pero para el que tenga un cuarto de dedo de frente me puede llegar a entender. EL comer y el beber traen la felicidad, aunque sea momentánea, y quien lo niegue se equivoca. El vivir tranquilo, sin ataduras a ningún tipo de rutina impuesta por ti mismo es calidad de vida. Se puede hacer de todo en la vida sin esas ataduras innecesarias. Por cierto, si veis las noticas o leéis el periódico como hombres y mujeres de bien que sois o queréis ser habréis visto lo que os dije. Bruce Springsteen. Casi cuatro horas de concierto. El más largo de su carrera. Otro rollo. Apoteósico. Acabando, si os ofrecen un Martini no digáis que no, sed felices y haced feliz a vuestro hígado que para algo está, aunque mañana volvías a vuestra oscura rutina de ejercicios y dietas.

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