Aviso a navegantes, esta
entrada puede escocer, pero ya saben, quien avisa no es traidor. Me ha venido a
la cabeza dos dichos de dos amigos míos que si los unes creas un modo de vida
más que exquisito. “El verde es para las vacas y correr es de cobardes”. Más
claro el agua, ¿no? Alto, alto. Antes de que se me abalancen al cuello matizo
como de costumbre. La dieta sana es y será buena. Y hacer ejercicio es de
hombre y mujer de bien, por supuesto. Pero como todo en esta vida en su justa
medida, y a nosotros, los españoles, se nos da bastante mal el apartado “en su
justa medida”. Verán por qué, paso a explicarme. Madrid es lo más parecido a un
zoo. Un zoo, sin más, repleto de fauna de lo más variopinta. Esto, en un zoo de
verdad está muy bien e incluso resulta divertido ver a las bestias dormir y
tal, pero es que la fauna de Madrid y la de la mayoría de las ciudades “cosmopolitas”
es terrible, bochornosa. Comienzo por los runners. ¿Oís las risas? Ja. Runners.
Tiene gracia su nombre. Corren. Ya está. Ese es su modo de vida. Y si no corren
les da algo. Les ves, a ellos y ellas, en el escalón superior al adjetivo
motivado (léase “flipado”) con esas fundas para iPhone que nadie compra, las
del brazalete en el brazo, con esos auriculares que nadie compra que se parecen
a una nave de Star Trek, con esas pintas de Usain Bolt cutre. Absolutamente
obsesionados con los kilómetros recorridos, calorías consumidas y tiempo
empleado en tal hazaña. Luego están los aficionados al fitness. Casi peores que
los anteriores. Motivación máxima para su work out en el gym. Estamos locos.
Preocupación máxima por los alimentos ingeridos. A ver gente, que es bueno
hacer músculo, es bueno hacer deporte (depende cuál pero este no es momento),
es bueno comer sano… pero no tanto.
Otra especie ahora. Los del
sushi. Esos locos aficionados por el pescado crudo en dosis para astronautas.
Microscópicas. Con palillos incluidos. Makis de tal cosa, sushi de colores,
mariconadas varias. ¿Dónde está el cuchillo para trinchar carne y nuestro
tenedor de toda la vida? El sushi creo que debería ser como La Meca para los
musulmanes, una vez en la vida y no más.
Otra especie. Los que se
creen nutricionistas. Esos que se saben de pé a pa la dieta de moda, lo que
puedes y lo que no puedes, lo que sí y lo que no. Y es que éstos últimos, no
contentos con imponerse a sí mismos dietas absurdas las imponen a los demás y
se creen un escalón por encima ya que comen los hidratos de carbono cuando
deben, no como tú. Gran cagada, lo siento. Sin meternos en problemas de salud y
demás, que es más que razonable cuidar ciertos temas como alimentación y ejercicio,
la gran mayoría de personas sobrevive de una manera más que decente, luce un
tipo bastante razonable… sin tener que hacerse 10 km al día y sin despertarse
obsesionado con el gimnasio. Y lo mejor de todo, comen y beben de todo como
está mandado. Lo dije en el primer post, aquí no mola “el muere joven y deja un
cadáver bonito”. Aquí lo peta el “muere (lo más tarde posible claro) gordo y
con un hígado hecho trizas”. Interpretadlo como fina ironía, el hígado hay que
cuidarlo medianamente, pero para el que tenga un cuarto de dedo de frente me
puede llegar a entender. EL comer y el beber traen la felicidad, aunque sea
momentánea, y quien lo niegue se equivoca. El vivir tranquilo, sin ataduras a
ningún tipo de rutina impuesta por ti mismo es calidad de vida. Se puede hacer
de todo en la vida sin esas ataduras innecesarias. Por cierto, si veis las
noticas o leéis el periódico como hombres y mujeres de bien que sois o queréis
ser habréis visto lo que os dije. Bruce Springsteen. Casi cuatro horas de concierto.
El más largo de su carrera. Otro rollo. Apoteósico. Acabando, si os ofrecen un Martini
no digáis que no, sed felices y haced feliz a vuestro hígado que para algo está,
aunque mañana volvías a vuestra oscura rutina de ejercicios y dietas.
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